Mi experiencia de belleza en Corea
Thuy Nguyen
a month ago
¡Mi viaje a Corea fue una experiencia inolvidable! Siempre había soñado con visitar este país, no solo por su famosa cultura de belleza sino también por sus lugares hermosos y su comida increíble. Desde el momento en que llegué a Seúl, me enamoré de la energía de la ciudad: calles limpias, gente con estilo y cosas interminables para ver y hacer.
Una de mis cosas favoritas fue pasear por Myeongdong, el paraíso de las compras de Seúl. Las calles están llenas de luces brillantes, música y el aroma de deliciosa comida por todas partes. Probé muchos bocados callejeros: tteokbokki picante, pollo frito crujiente, sopa de pastel de pescado y dulce hotteok relleno de miel. Cada bocado estaba lleno de sabor y calidez. También me detuve en cafeterías bonitas con interiores hermosos y bebidas creativas. ¡Las cafeterías coreanas realmente saben cómo hacerte sentir acogido e inspirado!
También pasé tiempo explorando el Palacio Gyeongbokgung, donde alquilé un hanbok y tomé fotos alrededor de los edificios antiguos. Fue una experiencia tan especial caminar donde la historia se encuentra con la vida moderna. Cerca, encontré pequeñas tiendas que vendían artesanías hechas a mano y productos locales para el cuidado de la piel: todo se veía tan elegante y pensado.
Otro punto culminante de mi viaje fue visitar Bukchon Hanok Village. Las casas tradicionales, las calles estrechas y las vistas a la montaña me hicieron sentir en paz y conectado con la cultura coreana. Disfruté sentarme junto a la ventana en una casa de té tranquila, bebiendo té caliente y viendo pasar a personas con hanboks coloridos.






Por supuesto, no podía irme de Corea sin visitar algunas tiendas de belleza. Aprendí mucho sobre el cuidado de la piel coreano, y el personal fue muy amable. Me ayudaron a elegir los mejores productos para mi tipo de piel y me enseñaron cómo aplicarlos en capas correctamente. Realmente me encanta cómo la belleza coreana se centra en una piel sana y radiante: es algo que traeré conmigo.
Corea es un país lleno de encanto — desde su deliciosa comida y su gente amable hasta su perfecta mezcla de tradición y vida moderna. Cada rincón tiene algo hermoso por descubrir. Me fui con el corazón contento, la piel radiante y tantos recuerdos dulces. No puedo esperar a volver a visitarlo algún día


