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«Bebía para sobrevivir, no por placer»: la batalla contra la adicción al alcohol de una mujer de 46 añosCreatrip Team
2 months ago
Una exempleada de finanzas del gobierno de 46 años, Emma Ward, cayó en una grave adicción al alcohol después de dejar su trabajo para cuidar a su padre enfermo y luego perder a ambos padres. Lo que empezó como beber para adormecer el dolor se escaló a consumo durante el día, vómitos sin dejar de beber y daños físicos repetidos, incluyendo hemorragias, daño hepático, pérdida de cabello, cambios en la piel y episodios cercanos a la muerte. Emma dice que bebía para sobrevivir: sin alcohol sus manos temblaban y no podía afrontar la realidad. Ahora, sobria desde hace tres años, trabaja como entrenadora de recuperación en grupos de autoayuda y enfatiza que la recuperación es posible. El informe explica el trastorno por consumo de alcohol (adicción al alcohol) como una dependencia a largo plazo que provoca disfunción mental, física y social. Los factores de riesgo incluyen la genética (tener antecedentes familiares aumenta el riesgo 3–4 veces), y problemas del desarrollo y psicosociales. Los signos tempranos incluyen beber a solas, ansiedad cuando no se bebe, lagunas de memoria, ausencia de remordimiento después de beber, afectación del trabajo o las relaciones y pérdida de control. El alcohol empeora el sueño a pesar de inducir somnolencia, puede tanto causar como ser consecuencia de depresión y ansiedad, y duplica el riesgo de suicidio. El consumo intenso puede causar apagones (un signo precoz de demencia relacionada con el alcohol) y problemas médicos como hepatitis alcohólica, cirrosis, enfermedades cardiovasculares y pancreáticas, diabetes y úlceras gastrointestinales. El tratamiento es más que fuerza de voluntad: reconocer el problema y buscar ayuda profesional, desintoxicación médica en caso de abstinencia grave, terapia ambulatoria, medicamentos que provocan reacciones aversivas y la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar en la recuperación.
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