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Los legisladores encontraron que Starbucks Corea retuvo aproximadamente ₩2,6249 billones (recargas de tarjetas prepago) desde 2020 hasta agosto de 2024 en 81,13 millones de transacciones. Los saldos no utilizados de los clientes aumentaron hasta ₩401,4 mil millones en agosto de 2024. Debido a que las tarjetas de regalo de circuito cerrado de Starbucks no están clasificadas bajo la ley de finanzas electrónicas de Corea, estos fondos quedaron fuera de la supervisión de los reguladores financieros. La empresa invirtió los fondos prepago en instrumentos de tipo efectivo y obtuvo aproximadamente ₩40,8 mil millones en intereses y rendimientos de inversión. Unos 60,5% se destinaron a depósitos bancarios y 39,5% (≈₩707,3 mil millones) a productos fiduciarios no bancarios, que pueden conllevar riesgo de contraparte. Los críticos dicen que tratar el dinero prepago de los clientes como si fuera propio de la empresa, al tiempo que se evita la supervisión regulatoria, pone en peligro la protección del consumidor. Starbucks Corea dijo que considerará dejar de invertir en productos no bancarios y mejorar sus prácticas.